Del espejo retrovisor como objeto lirico
En su Segundo Libro de poemas, escrito en 1951, José García Nieto recuerda algo de la Vanguardia, lo mezcla con el clasicismo formal característico del grupo Garcilaso y le añade unas gotas de angustia existencial propia de la lírica de los "desarraigados" de Espadaña. Resultado:
Al espejo retrovisor de un coche
Tú eres el corazón con lo vivido;
en ti está todo lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido.
En ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo de ayer, cuando
las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido.
Pero vives y estás: claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño
tan lejano, las rosas de aquel día.
Crees que puedes cambiar toda la suerte
y, aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.