Por casualidad choqué ayer con un libro que llevaba años queriendo leer. Lo conocía por referencias, pero nunca había leído ni una sola cita del mismo. Anoche me lo bebí. Hablo de los
Crímenes ejemplares de
Max Aub, un volumen de microrrelatos publicados en México en 1957.
Se dice por ahí que es uno de los primeros libros del género, aunque eso es discutible, que por ahí anda Ramón Gómez de la Serna y algún otro, aunque sí es cierto que es uno de los que más ha influido en los posteriores autores de este tipo de narrativa tan de moda últimamente gracias, entre otras cuestiones, a Internet, ya que se ajusta perfectamente a las "urgencias" lectoras del navegante.
Es una lectura muy interesante, sobre todo si se quiere huir de los
best sellers-tostón-de-setecientas-páginas que llenan los anaqueles de las papelerías de playa. Y además abre los ojos al lector a mil y un motivos para asesinar gente, algo que, por otra parte, la vida playera pide casi a diario. Como ejemplo, ahí va uno de los
textículos del judío que decidió ser y hacer literatura en español y, encima, tuvo que exiliarse porque a alguien no pareció gustarle lo que pensaba:
"Lo maté porque era de Vinaroz"
¿Habrá mayor motivo para asesinar? Que los de la comarca juzguen, que yo soy del Sur.