Hace unos días compre casi a ciegas un lote de estilográficas. Hoy me ha llegado el paquete.
Lo he abierto con tremenda ilusión por ver lo que en él había y su estado. Siete plumas: un par de
Parker 21, Johnson, Kohinoor, alguna Inoxcrón de primera época. Y entre ellas, una preciosa
Parker Vacumatic de celuloide rayado, fabricada en Canadá en los últimos años treinta y primeros cuarenta. Su estado es, aparentemente, bueno. Creo que solamente tendré que dejarla en remojo durante unos días, cargarla y escribir. Lo cierto es que no esperaba una sorpresa tan agradable. Es verdad que la había visto en fotos, aunque no eran tan buenas como para identificar la pluma y, además, no es lo mismo sentir su peso y su tacto. Suave, muy suave.